"Línea de tiempo" es un dibujo que realicé con tinta china negra (utilizando una lapicera estilográfica Rotring Isograph de 0.1 mm de diámetro de punta) entre Agosto y Noviembre de 2018. Está dividido en cinco piezas, cinco hojas de papel de 35 x 50 cm.

   La obra fue planteada como la acción de registrar en forma gráfica la totalidad del tiempo de duración de la música que elijo a diario, y de forma exclusiva, como unidad de medida de mis jornadas de trabajo en el taller.

Colecciono CDs y DVDs musicales de manera sostenida y consciente, y con creciente avidez, desde Julio de 2012. Mi colección tiene como ejes principales las discografías de Dire Straits / Mark Knopfler, Pink Floyd / David Gilmour, y Eric Clapton. El criterio en la selección de esta música en particular está relacionado, además de con mis gustos personales, con rasgos compulsivos de mi personalidad y con asociaciones (a veces lógicas, a veces de tipo más "rizomático", a veces caprichosas) que voy haciendo entre los artistas. Cada vez que completo una discografía, viro hacia algún músico que considero directa o indirectamente relacionado y me propongo como nuevo objetivo "coleccionarlo" a él también. Cabe aclarar que persigo cada CD faltante con mucha persistencia, haya sido editado localmente (en Argentina) o en el extranjero. La colección consta actualmente de 186 discos.

   En 2014 implementé la medición de mi tiempo de dibujo por una razón pragmática: asegurarme una cuota diaria de horas de trabajo. Eventualmente, sin embargo, la obsesión tomó las riendas de este recurso y lo encaminó hacia la exageración: empecé a dibujar con la lapicera o el lápiz en la mano derecha y el control remoto del equipo de música en la izquierda, para así poder pausar instantáneamente la reproducción del disco en caso de tener que levantar la punta de la herramienta de dibujo del papel.

    La creciente cantidad de discos generó además otra norma: todo CD o DVD ha de ser reproducido de principio a fin, sin repetir canciones, y sobre todo sin escuchar dos veces un álbum durante el proceso de un mismo dibujo. Frente a mi mesa de trabajo hay un equipo de música con dos parlantes: en el izquierdo se apilan (antes de comenzar) los discos por escuchar, y éstos van pasando de a uno al parlante derecho en la medida en que el dibujo avanza. Si se acaban los discos pero el trabajo aún no está terminado, se compra música nueva.

Ineludiblemente, insoportablemente, estas preocupaciones terminan imponiéndose a otras, como la búsqueda de tal o cual figuración, o el intento de componer plásticamente "algo".

   Al final, durante los últimos meses de 2018, este proceso devino en la acción de dibujar, literalmente, el tiempo que a mí me lleva dibujar. 

Respetando a rajatabla, muy duramente, las que son mis normas. Anulando en el camino el vacío del papel y del silencio.

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   "Timeline" is a drawing I made with black Indian ink (using a 0.1 mm diameter tip Rotring Isograph pen) between August and November 2018. It is divided into five pieces, five 35 x 50 cm sheets of paper.

   This work was proposed as the action of graphically recording the entire duration of the music (CDs) that I choose to draw with on a daily basis. I exclusively listen to these albums while I work, and use them as units of measurement of my drawing time at the workshop.

   I have been collecting music CDs and DVDs in a compulsive, sustained and conscious way (and with increasing avidity) since July 2012. My collection has as its main axes the discographies of Dire Straits / Mark Knopfler, Pink Floyd / David Gilmour, and Eric Clapton. Leaving aside my initial personal tastes, the criteria in the selection of this particular music and the reasoning behind the election of which album to buy next are based on associations (sometimes logical, sometimes more "rhizomatic", sometimes capricious) that I make between artists. Every time I “complete” someone´s discography, I turn to a musician or band that I consider directly or indirectly related, and I assign it as my new objective to "collect". It should be noted that I pursue each missing CD with great persistence, whether it has been released locally (in Argentina) or abroad. The collection currently consists of 186 discs.

   In 2014 I began measuring my drawing time, for a quite pragmatic reason: to ensure a daily quota of working hours. Eventually, however, the obsession took control of this resource and led it to exaggeration: I started drawing with the pen or pencil in my right hand and the stereo remote control in my left hand, so I could instantly pause the disc playback in case I needed to lift the tip of the drawing tool from the paper.

   As the number of discs in my collection increased, I developed another rule: all CDs or DVDs must be played from beginning to end, without repeating songs. Besides, I won't allow myself to listen to any particular album twice during the development of a single drawing. In front of my work table there is a sound system with two big speakers: the records to be listened to are to be stacked on the left one before I start drawing, and then they slowly move to the right side, one by one, as the drawing progresses. If the discs run out but my job is not done yet, new music needs to be purchased.

Inevitably, unbearably, these concerns ended up prevailing over others (that are usually very important to me), such as the search for this or that figuration, or the attempt to plastically compose "something".

   In the end, during the last months of 2018, this process became the action of drawing, literally, the time it takes me to draw.

   Strictly, very harshly respecting those that are my standards. And nullifying, on the way, the emptiness of paper and silence.